sábado, 24 de julio de 2010

TODO ESTO NOS LLEVA DE REGRESO A LA FORMA…



Hay muchas nociones de forma. Hay muchas formas y una enorme diversidad de conceptos sobre forma.
Entonces se quiere pensar el arte y la estética desde estos elementos. Hay, desde luego, que hacer un análisis detallado de lo que quiere decir en este esquema la noción de forma, las relaciones con los otros ítems, los nexos entre la forma de la expresión y la forma del contenido -¿es una sola forma, son dos cosas totalmente distintas, son variantes de un mismo significado y función?

Se trata de pensar el arte como forma. E inmediatamente los malentendidos proliferan porque todos tenemos una cierta idea y prejuicio sobre lo que es una forma. Por eso, desde el inicio, es preciso delimitar las elecciones teóricas: el arte como forma en el sentido que le da a este término Hjelmslev.

Creo que la primera tarea es visualizar los términos que entran en la conformación del signo. Su aplicación al arte y a la estética no estará dada porque el arte sea un signo, lo cual es a estas alturas una banalidad; sino a la afirmación específica de que el arte es forma, tal como esta se da en el esquema de Hjelmslev.


Según Hjelmslev entramos en el plano lingüístico:

Late detrás de todo esto un proceso de distanciamiento con la afirmación de que todo arte es conceptual. Y el paso a este otro presupuesto: el arte es forma. Y es esta la que finalmente define este particular campo de la actividad humana. Diríamos que si el concepto quiere convertirse en obra de arte tiene que atravesar por el trabajo de la forma.

Hay una gran riqueza de derivados de la palabra forma que nos ayudarán a entenderla a cabalidad así como las apropiaciones que se han hecho de ella, especialmente desde la perspectiva nomadológica.